En el marco de la investigación judicial por el manejo de los planes sociales, el juez ha detectado facturas truchas de dos sociedades, una muy ligada al Polo Obrero, por un total de $25 millones. Estas facturas, que incluían ventas de bienes y computadoras, se habrían utilizado para justificar egresos de dinero de manera fraudulenta.
La investigación judicial por el manejo de los planes sociales ha revelado una posible defraudación millonaria, destapando una red de facturas truchas que involucra a figuras y organizaciones ligadas al Polo Obrero. El juez Sebastián Casanello descubrió irregularidades en dos sociedades, que suman un total de $25 millones en facturas apócrifas. Este hallazgo subraya la necesidad de ajustar los controles y reducir el despilfarro de recursos estatales en manos de la casta política.
Las empresas implicadas, “Ediciones e Impresiones Rumbos SRL” y Coxtex SA, fueron utilizadas para justificar egresos de dinero mediante ventas ficticias de bienes y computadoras. Estas sociedades están ligadas a actividades políticas y apenas registran empleados formales. La imprenta, ubicada en Almagro, y la empresa de electrodomésticos creada en 2020, acumulaban facturas falsas para desviar fondos destinados a planes sociales.
El juez Casanello, al citar a indagatoria a 23 personas, enfatizó el uso de facturación apócrifa y la simulación de gastos no realizados para encubrir el uso real de los fondos. Entre los citados está Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero, quien aparece firmando rendiciones de fondos con las facturas fraudulentas. Desde 2020, la Asociación Civil Polo Obrero y la cooperativa El Resplandor recibieron $360 millones, de los cuales solo se rindieron $113 millones, incluyendo los $25 millones en facturas sospechosas.
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